miércoles, 29 de septiembre de 2010

El soul que alimenta las bocas alemanas



¿Qué sucede si juntamos:
-un cocinitas con muchas prisas y poco sentido de la higiene
-una camarera atractiva y con mucho carácter
-un hermano presidiario y muy oportunista
-un artista de la comida basura y de cuchillada fácil
-y todo ello al son del soul más moderno y vivaz...?

El resultado de este brebaje es la película alemana: SOUL KITCHEN, del director Fatih Akin ("Contra la pared", "Al otro lado"), quien ha contado con Adam Bousdoukos en la creación del guión, además de como el protagonista de este marchoso film.

El jurado del Festival de Venecia no se equivocó al darle el Premio Especial del Jurado porque es una película llena de energía y salsa que te empapa de principio a fin, con un argumento de lo más sencillo que logra resolverse fácil y con gracia a ritmo de una buena banda sonora que hace que muevas los pies durante todo el metraje.

La verdad que el dia que decidí ir a ver Soul Kitchen lo hice por 3 razones:
1. No había nada que me llamara la atención
2. Me la habían recomendado por lo menos 3 veces
3. El cartel me encantó
No me interesaron mucho los resúmenes que había ojeado y de hecho, después de leerlos, pensé que no duraría en taquilla ni un mes, pero ahí estaba, en los cines Verdi de Madrid, aguantando sus últimos días. Mentiría si no reconociera que lo que realmente me impulsó a verla fueron los rótulos y el diseño del póster.
Pero en el minuto uno, cuando comenzó a sonar la música, me di cuenta de que no me importaría lo mala que fuese la película si continuaba con ese rollo.Un motivo absurdo pero que puede llegar a convencer.

Dejando a un lado las anécdotas personales, (ya comunes en las críticas) previas a la película, os condensaré en lata de conserva de qué trata esta comida culinaria.


 
Zinos (Adam Bousdoukos), propietario del restaurante "Soul Kitchen", (que en un principio no merece la categoría de tal, más bien la de un bar o taberna) atraviesa una mala racha : el local, en una zona nada concurrida hace que la clientela se le reduzca a los cuatro desventurados que no tienen donde caerse muertos, el servicio y la comida no pasan por su mejor momento, las deudas se acumulan, un antiguo conocido trata de aprovecharse de la situación merodeando como los buitres a la carroña...todo ello desespera a nuestro protagonista, que además lo personal no le permite descansar: su novia se marcha a Shanghai y su hermano recién salido de la cárcel busca refugio y trabajo bajo su respaldo.

Pero las consecuencias de esto se cebarán con él, bueno en concreto con su espalda que será la que sufrirá tal estrés.
Con la que se le viene encima y en un intento exasperado de huir de la realidad de su negocio y de salvar al menos su relación con Nadine decide marcharse a Shanghai y dejarle el local a su ex-convicto hermano, quien, como no iba a ser menos, encontrará una razón por la que encauzar y mejorar su propia vida (¿será el amor, será sólo sexo...?)


Pero como toda comedia, siempre hay cosas previsibles y "Soul Kitchen" también caerá en algunos tópicos que nos harán mover la cabeza de satisfacción cuando vemos cómo se va desarrollando la historia. Para ser claros, las decisiones no hay que tomarlas en caliente, o esta es una pequeña moraleja que podremos sacar de la película. Zinos intentará hacer algo por solucionar sus problemas, pero se encontrará con "imprevisibles" situaciones que no le permitirán que sus planes salgan como él esperaba.
Aunque no hay que preocuparse demasiado, porque como ya he nombrado en varias ocasiones, el soul acompaña y da vida a la trama y nos hará disfrutar de escenas tan "raras" pero tan morbosas como la de la fiesta, además de otras divertidísimas secuencias.



En medio de todo este caos irán apareciendo personajes y momentos clave que ayudarán a resolver el largo listado de problemas a los que se enfrenta el "Soul Kitchen". Uno de los "héroes" del film será el tirador de cuchillos y artista del "Fast-Food" que interpreta Birol Ünel. Éste representa la parte más antisocial de la sociedad y mestizaje que tiene la película. Con una actuación que no te deja indiferente es una de las claves cómicas.


La chica de la mirada fulminante, la gatita del Soul Kitchen, la camarera con más agallas de Alemania cuya agresividad se irá suavizando poco a poco. Anna Bederke (Lucía) es la encargada de sostener la sensualidad y el carácter en la cocina del Soul K.

Y en el papel del villano se encuentra el ario con la sonrisa más falsa de la película, Wotan Wilke Möhring, el animal carroñero que busca que su víctima flaquee para quedarse con el local.
Por supuesto la primera escena con toda la familia y Nadine, la novia de Zinos son otra ristra de personajes que no pasan desapercibidos y a los que no se nos puede olvidar nombrar.

MaLa

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